miércoles, 29 de abril de 2020

jueves, 23 de abril de 2020

miércoles, 22 de abril de 2020

domingo, 19 de abril de 2020

Sombras Chinescas. Teatro de Sombras


Celia, nos narra esta pequeña historia sobre el valor de la amistad. Realiza este vídeo con títeres sombras y un kamishibai.


Rimas y movimiento de Tamara Chubarovsky







Neuroeducación

¿Qué es la neuroeducación?

Como Francisco Mora, doctor en neurociencias, escribe se trata de «una nueva visión de la enseñanza basada en el cerebro». Conjuga y divulga los últimos avances en neurociencia para mejorar la formación de quien acompaña los procesos de aprendizaje y para facilitar el proceso de quien aprende.
Se entiende como aprendizaje cuando se trata de algo significativo, que perdura y que se aplica en otros contextos. Cuantas más áreas del cerebro conecte mejor (de ahí la importancia del enfoque globalizador en educación infantil). Por tanto, el aprendizaje no reside en una zona en concreto y se basa en reforzar la conectividad entre las neuronas.

La neurociencia en la infancia

En primer lugar tenemos que ser conscientes de que el desarrollo cerebral se produce de forma asíncrona, es decir, el cerebro madura en tiempos diferentes. Por ejemplo, la corteza visual llega al mayor número de dentritas a los 8 meses mientras que el sistema límbico madura entre los 4 y los 7 años.
A los pocos días de la fecundación el sistema nervioso ya absorbe y registra información de lo que le rodea. La genética es el potencial que tenemos, pero sólo lo activa el ambiente (la epigenética). Este mecanismo estará siempre presente en nuestra vida. De ahí la importancia de cuidar tanto en educación infantil los espacios y las interacciones con la infancia.
Nada más nacer, a través de la observación se activa un mecanismo de percepción-acción. Es decir, generan una acción corporal en función de lo que perciben o sienten. Además de este mecanismo, se dan dos procesos centrales en las primeras etapas: la captación y procesamiento automática de información y el desarrollo social a través de tres habilidades:
  • Imitación: observan los hechos y personas cercanas de su contexto de seguridad para autodescubrir modos de resolver problemas. (simbolizar)
  • Atención compartida: en los primeros estadios ponen su atención donde la pone el adulto y a partir de los 12 meses lo hacen si esa mirada tiene significado para el adulto (pensad en la importancia de cómo miramos y estamos cuando acompañamos).
  • Comprensión empática: desde muy pequeños son capaces de empatizar con lo que ocurre. Por ejemplo, cuando un adulto se hace una herida. De ahí la importancia de la gestión emocional o las proyecciones de los adultos que acompañan.

¿Cómo comienza el aprendizaje?

Con percepciones, emociones, sensaciones y movimientos obtenidos del mundo sensorial y como reacción al mundo real, fuente primigenia de los estímulos y primer maestro de la infancia. El primer aprendizaje sólido se debería realizar en espacios amplios y ricos en posibilidades, con elementos vivos o no, con los que puedan realizar procesos de exploración sensoriomotriz a través del juego.
Hasta los 3 años por lo menos se deberían ofrecer diferentes tipos de materiales, elementos y posibilidades reales y tangibles (hojas, flores, plantas, materiales…) con los que hacer infinitos registros de la vida real, a ser posible en la naturaleza y no mediante dibujos o pantallas. La infancia se enfrenta cada vez más temprano a la construcción abstracta de conceptos no experimentados sensorialmente, lo cuál es muy complejo.
Sólo se puede llegar al pensamiento abstracto cuando se ha podido jugar con el sensorial concreto.

Claves de la neuroeducación

Sin emoción no hay aprendizaje

Para que se produzca cualquier aprendizaje tenemos que apelar a la emoción. El proceso se produce cuando algo nos genera curiosidad, entonces se deriva la motivación (intrínseca) y ponemos atención en ello, entonces se puede dar el aprendizaje. (pensad en esas asambleas largas).
La información no llega directamente al lóbulo prefrontal que es la parte racional del cerebro, sino que llega antes al sistema límbico, emocional, donde la amígdala potencia o no los canales sinápticos en función de si el estímulo es positivo o no.
Cuando la emoción es positiva generamos oxcitocina, serotonina y adrenalina que son los neurotransmisores necesarios para realizar nuevas conexiones neuronales. Por lo tanto sólo se puede aprender a través de lo que nos motiva y queremos aprender.
«Ya no sirve decir: ‘¡Préstame atención!’, eso es estéril, es inútil». Francisco Mora

Aprendizaje útil

Una vez que tenemos emoción en el aprendizaje buscaremos que lo que aprendamos tenga una utilidad práctica, que esté contextualizado. No se aprende a través de la memorización. Cuando se aplica a nuevas situaciones un conocimiento se mieliniza las conexiones neuronales, siendo más rápidas y accesibles. Aprender haciendo.

Cada cuál a su ritmo

Hemos hablado antes que las zonas del cerebro maduran en diferentes tiempos por lo que hay que educar teniendo en cuenta los periodos sensibles de aprendizaje. Se da valor a la atención temprana para observar síntomas de qué algo no está funcionando correctamente y abordarlo cuánto antes.
Adelantar procesos es un ERROR porque no están maduras algunas zonas, el aprendizaje se detecta como negativo y la amígdala, no potenciará las conexiones neuronales. Por ejemplo, en lo referente al famoso debate de aprender a leer y escribir a los 5 años, está estudiado que un porcentaje altísimo de niños y niñas a los 6 – 7 años han terminado de formar todos los circuitos sinápticos y aislar los axiones con mielina para que la información vaya con nitidez de las áreas cerebrales que se encargan de leer y escribir. Por lo que este proceso se dará con alegría y motivación. Mientras que adelantarlo, genera problemas en aquellos niños y niñas que aún no hayan madurado estas áreas y que por tanto, tengan que hacer un esfuerzo innecesario y desajustado a su edad. Generando sensación de displacer o estrés que construyen circuitos neuronales menos funcionales a la larga.

Ambientes cuidados y de confianza

Cuando se generan escenarios de confianza, seguridad y desarrollo óptimo se potenciarán aprendizaje nuevos, produciendo serotonina, que nos proporciona la sensación de bienestar.
Sin embargo, forzar a través del estrés o mediante contextos negativos hará que los aprendizajes no se puedan realizar correctamente. Si el estrés es crónico se altera el patrón de conexiones permanentes y se genera un cerebro más inestable, con menor gestión emocional y peor autoregulación. (ejemplo: ambientes tensos o inseguros, autoritarismo…)

Convivir para crecer

La neurociencia descubrió hace un tiempo que las neuronas espejo reflejan en el interior lo que vemos fuera: no sólo a nivel motor sino también en cuenta a motivación, creatividad o emociones. Por eso el ambiente es tan importante.
Cuando generamos contextos de aprendizaje cooperativo, la socialización genera aprendizajes colaborativos muy ricos donde las neuronas espejo captan mucha información para afrontar posibles resoluciones de problemas. Si además de esto, se consigue que quien aprende algo, después lo enseñe, se refuerzan las conexiones neuronales poniendo en funcionamiento más zonas del cerebro.

El cuerpo como motor de aprendizaje

Es imposible aprender de forma pasiva, es una actitud activa. La motivación intrínseca no aparece cuando el alumnado es un objeto pasivo.
Cuando realizamos un esfuerzo cognitivo, consumimos oxígeno y glucosa. Cuando introducimos el movimiento mejora la oxigenación cerebral y se produce Irisina, una sustancia que viaja de los músculos hacia el cerebro y favorece la plasticidad neuronal.
También es importante tener en cuenta que el cerebro necesita descanso y no puede mantener la atención durante mucho tiempo. El descanso genera mejores aprendizajes.

El juego lo es todo

El juego, a través de todas sus posibilidades, se produce a través de la curiosidad y la experimentación, por lo que nos genera placer liberando dopamina, entramos en un proceso de atención sostenida que elabora propuestas, soluciones y desarrollos. Es así cómo se produce el aprendizaje espontáneo.

“Científicos han determinado recientemente que se necesita aproximadamente 400 repeticiones para crear una nueva sinopsis en el cerebro. A no ser que se haga a través del juego, en cuyo caso se necesitan entre 10 y 20 repeticiones”. Dr Karyn Purvis



PLATAFORMA DE EJERCICIOS HERVAT


http://aulavirtual3.educa.madrid.org/proyectoneuroeducacion/

Si no funciona el enlace, pinchad en este otro:
http://www.educa2.madrid.org/web/educamadrid/principal/files/3c894d05-d7ce-4e10-945b-0e4658918c5a/HERVAT-RAYUELA%202%20.pdf?t=1482332667287

miércoles, 8 de abril de 2020

Hornazo de Semana Santa


RECETA PARA HACER HORNAZOS DE SEMANA SANTA (8 ó 10 UNIDADES)
INGREDIENTES:
- 6 HUEVOS
- ½ Kg DE MANTECA
- ½ Kg DE AZÚCAR
- 1,5 Kg DE HARINA (aproximadamente)
- 12,5 g DE POLVOS DE CRECER
- 20 ml DE ANÍS
- RALLADURA DE MEDIO LIMÓN
- UN HUEVO COCIDO PARA CADA HORNAZO
- BOLITAS DE ANÍS PARA DECORAR
MODO DE HACERLO:
1. Se separan las claras de las yemas de los 6 huevos.
2. En el recipiente en el que se vaya a elaborar la masa, se baten las yemas con el azúcar
hasta conseguir una especie de crema.
3. Se añade la manteca blandita y se mezcla bien.
4. Igualmente se hace con el anís, la ralladura de limón y los polvos de crecer.
5. Se baten las claras a punto de nieve y se añaden también, mezclándolo todo.
6. Finalmente, se va añadiendo la harina poco a poco, y se va amasando hasta que la textura
sea parecida a la plastilina blanda y no se pegue en las manos. (Una vez así, se puede
dejar reposar hasta el día siguiente o se puede hacer en el momento.)
7. Para hacer cada hornazo, se espolvorea con harina la superficie donde vayamos a trabajar,
y cogeremos una porción de masa, con la que haremos una bola del tamaño aproximado
de una pelota de tenis o algo mayor, que aplastaremos en la superficie enharinada
formando un redondel, no muy fino, de unos 15 cm de diámetro.
8. En el centro acomodaremos el huevo cocido con la parte picuda hacia arriba.
9. Con otra porción de masa, haremos dos churros, de un grosor parecido al de los
espárragos blancos, y con la longitud suficiente como para colocarlos formando una cruz
encima del huevo y poder aplastar sus extremos en el borde del redondel.
10. Por último, se adornan con las bolitas anisadas de colores.
11. Si sobra masa, se pueden hacer pastas o galletitas (si son muy finas), utilizando moldes o
dando rienda suelta a la imaginación.
12. Para finalizar, se colocan las producciones en una bandeja del horno de casa, y se
cuecen, durante 20 minutos a 200ºC (aunque esto dependerá de cada horno).
VARIACIONES PARA TENER EN CUENTA EN CASO DE INTOLERANCIAS, ALERGIAS
Y/O ASPECTOS CULTURALES O DE OTRO TIPO (O, DADA LA SITUACIÓN, SI NO TENEMOS
ALGÚN INGREDIENTE).
1. CELIAQUÍA: Se utilizará harina que no sea de trigo (de maíz o garbanzos).
2. ALERGIA O INTOLERANCIA AL HUEVO: Se pueden sustituir por 75 ml de leche por huevo,
para hacer la masa. Si hubiera problemas con la proteína de la leche también o la lactosa,
podría utilizarse leche de avena o de soja.
3. SI HAY QUE EVITAR TOMAR PRODUCTOS DE CERDO: Se sustituirá la manteca por
aceite de oliva o de girasol.

Asamblea Interactiva

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